9 feb 2013

OPINION DE QUINTA COLUMNA

Uno de los mayores escándalos que se ha producido en nuestro país en los últimos años es el caso de las preferentes. No es sólo un escándalo financiero, con ser ya mucho, sino también un secuestro social y moral por lo que tiene de indecencia, de arbitrariedad y amplitud; por cuanto tiene de generalizado al haber afectado a miles de personas que, por arte de birlibirloque, han visto evaporarse sus ahorros en esa nube tóxica e impúdica de la inmoralidad y del" vuelva usted otro día". 

Este hecho es de una gravedad extrema o debería serlo porque para muchos parece ser que no lo es: un atraco con tarjeta de visita pero sin gusto y palmadita en el hombro y " bien que le vaya a usted y bien que disfrute lo que quede". 

El robo como premio y gala, el silencio por sistema y norma y la inacción ahora y antes de la Administración se han convertido en las constantes vitales de un país que huele a miseria ética carente de escrúpulos y de una mínima decencia donde nada tiene quien todo lo pierde y, lo que es peor, no esperar nada durante mucho tiempo y no tener esperanza de lograr nada o muy poco y además tarde y mal. 

Con la mordaza de un súbito y desprevenido rapto los afectados por las preferentes evidencian con su caso un país hiriente donde una inmediata respuesta y solución es inexistente y que parece no apremiar tanto como otras cuestiones que no afectan tanto al nervio social y central de nuestro país. (LEER TODO)
Paco Novella 
El Periodico de Aqui (Valencia)

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