12 ago 2013

RETIRO ESCALONADO DE TODOS LOS AHORROS

Finalizado el arbitraje -esta semana acudieron los últimos citados-, los afectados por las preferentes han decidido retirar todos sus ahorros de NCG Banco. Lo harán escalonadamente, para que la entidad bancaria recapacite y abra una vía extrajudicial que permita recuperar el dinero invertido a los ahorradores. Ayer comenzaron con esta campaña en la sede principal que la entidad tiene en la capital de Galicia. El portavoz de la plataforma en Santiago, Xesús Domínguez, explicaba a los concentrados que retirasen el 10 % de sus ahorros, y así cada quince días, prácticamente hasta diciembre. Además, en el momento de quitar el dinero entregaron un comunicado de protesta a la entidad.

María Xosé Fernández acudió con su marido. No son afectados, pero harán lo propio. En este caso sacaron de la entidad mil euros. El padre de María Xosé, José Fernández Magariños, de Cuntis, tiene 80 años y sus ahorros estaban en preferentes y subordinadas. En las primeras 60.000 euros, con una quita de en torno al 64 %. En las segundas, donde tenía 13.000 euros, la quita se quedó en el 12 o 13 %. Ni lo llamaron para el arbitraje, «e cumpría os requisitos. Nin ten asinado o documento de contratación das preferentes. Xa temos presentada unha demanda xudicial», dice su hija.

La disparidad de criterios por la que algunos afectados logran la mayoría de sus ahorros en el arbitraje y a otros ni los llaman es uno de los motivos que más enoja a los preferentistas. Los 531 millones que quedan por recuperar en Galicia, según datos de la plataforma, están repartidos solo entre la mitad de los clientes. Hay 40.000 personas que no acudieron al arbitraje, bien porque no les llamaron o porque ni siquiera lo solicitaron. «Algúns aínda se están enterando agora», explica Domínguez.

El caso de Ramiro Iglesias Pazos es llamativo. Lleva toda la vida en la construcción, está casado y tiene una hija. Su mujer trabaja en casa y él ya agotó el paro. Cobra los 400 euros de ayuda. Tenía en preferentes 23.400 euros. La quita lo dejó en 8.272. Intentó dos veces el arbitraje. Eran sus ahorros. «Levo toda a vida traballando na construción e estiven dous anos paleando neve en Suíza a vinte graos baixo cero», lamenta.

Al entrar en la oficina bancaria no se producen situaciones incómodas. Los trabajadores están acostumbrados y el vigilante de seguridad solo les dice que deben sacar número. Lo hacen y sacan sus ahorros. Piden a todos los clientes que se solidaricen y hagan lo mismo. Se reunirán dos viernes de cada mes a la misma hora para seguir sacando poco a poco sus ahorros.

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