17 sept 2013

EL DESGUACE Y LA LIQUIDACIÓN

Se me plantea un dilema a la hora de comentar el epílogo de esta historia: remontarme a sus antecedentes o limitarme a la traca final. La historia, que se inició con varias cajas de ahorros gallegas -«los bancos de los pobres», las llamaban en sus orígenes- y culminará con la subasta de NCG Banco, resulta deprimente. Está repleta de tropelías. Yolanda Díaz, dirigente de AGE, la considera «una gran estafa». Y acierta en el diagnóstico. 

El delito ha sido perpetrado a varias manos y a manos llenas: gestores de cajas que se lanzaron a una expansión descontrolada y suicida por territorios foráneos, teóricos que propugnaban la bancarización, reguladores que hicieron la vista gorda ante los desmanes y Gobiernos de toda laya, azules y rosados, que estamparon el «enterado» en la sentencia de muerte del viejo modelo. Pero hoy glosaré solamente la última página del vodevil, ya que no me pide el cuerpo escribir epitafios. (LEER TODO)
Fernando Salgado 
Periodista 
La Voz de Galicia / A Coruña

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