Un ejemplo es la condena el pasado febrero que le impusieron a Bankia al quedar demostrado que vendieron participaciones de preferentes a un matrimonio en el cual el hombre padecía un alzheimer ya diagnosticado y avanzado.
Aunque la pareja firmó los contratos en una sucursal de Caixa Laietana, la sentencia condena a Bankia, grupo del que ahora forma parte esta caja, a devolver los 36.000 euros que habían invertido en este producto así como sus correspondientes intereses.
La particularidad de la sentencia es que afea la actitud de una subdirectora de oficina de Caixa Laietana frente a un cliente con esta enfermedad degenerativa. Y es que en junio de 2011, cuando el matrimonio contrató los 6.000 últimos euros en preferentes, el marido, con Alzhéimer diagnosticado desde 2004, ya tenía muy avanzada esta enfermedad mental degenerativa.
Critica que al marido, que ahora tiene 81 años -entonces 71-, se le dejara fuera del despacho en el momento de la firma a pesar de que el dinero era en parte suyo, y que, a pesar de que la mujer, de 80 años -70 entonces-, no tenía un perfil inversor, se la forzó a firmar "sin tiempo a reflexionar". (LEER TODO)
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