18 nov 2013

PREFERENTISTAS CON ALZHEIMER 2

Los casos más llamativos por la ausencia de ética que demostraron los trabajadores bancarios son aquellos que implican a personas que apenas sabían leer o escribir o cuya capacidad de raciocinio estaba claramente mermada por alguna enfermedad, como la demencia senil o el alzheimer. Estas situaciones demuestran más si cabe la intencionalidad y la premeditación del engaño.

En Santander se dio un caso donde Liberbank fue condenado por la venta en el año 2009 por Caja Cantabria de participaciones preferentes por más de 30.000 euros a una anciana aquejada de alzheimer.

El fallo declaraba nulo el contrato entre la entidad y la demandante, y condena a Liberbank a devolver a la mujer 30.378 euros más intereses y costas. Según el juez, era "evidente" que el producto "ni respondía al perfil de la demandante", ni la entidad actuó "de forma congruente", sino que "promovió la contratación a sabiendas de la inidionedad del producto para la demandante", que se encontraba aquejada desde hace años por un proceso de alzheimer, por el que fue incapacitada judicialmente un año más tarde. (LEER TODO)

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