Una vez más, la edad y la falta de formación son el escenario de un contrato de venta de preferentes. En este caso, tal y como se contaba en El País, se trata de una de las sentencias con importe más alto de las que se han tramitado hasta ahora.
Bankia ha sido condenada a devolver 1,2 millones de euros a una mujer a la que convencieron de invertir esa cantidad en preferentes.
La sentencia considera que la mujer recibió una información insuficiente y que no era un perfil idóneo para ese tipo de producto ya que se trataba de una señora jubilada, sin estudios y que no hablaba bien español porque vivía en Francia desde hacía muchos años.
Pese a que ella insistió en querer invertir en un producto "seguro y fiable", un trabajador de Bankia le convenció para cambiar su dinero, que según él no estaba rentando suficiente ganancias a plazo fijo, a otro producto "novedoso" y "muy seguro" que le iba a reportar más intereses. (LEER TODO)
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