7 jun 2012

El País | Caixanova colocó preferentes a analfabetos pese a su complejidad

La política comercial de la antigua Caixanova, una de las dos entidades cuya fusión dio lugar a Novagalicia, de extender al máximo posible la venta de participaciones preferentes para mejorar el aspecto de sus cuentas ha tenido consecuencias dramáticas para muchos ahorradores. Pese a las recomendaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de comercializar estos productos solo a inversores con conocimientos sobre la mecánica de los mercados financieros, la entidad viguesa llegó a vender este producto a personas analfabetas, como puede verse en el documento que ilustra esta información. La orden de compra está firmada con su huella digital por una mujer de avanzada edad, residente en Cangas do Morrazo. En este caso se trata de una imposición por 6.000 euros que, como en tantas otras ocasiones, se ofreció al ordenante como un depósito que podría ser recuperado en cualquier momento.

Diversas circulares remitidas desde los servicios centrales de Caixanova a las sucursales entre 2004 y 2009 animaban a los empleados a colocar los títulos de deuda subordinada y las participaciones preferentes “al menudeo”, con los objetivos de dotar de recursos propios a la entidad, apoyar el cumplimiento de los criterios de solvencia, sustentar el crecimiento de la inversión crediticia, ampliar los límites de concentración de riesgos y permitir el desarrollo de proyectos estratégicos. Sin embargo, esta estrategia de venta colisiona con las instrucciones de la CNMV para comercializar con prudencia este tipo de productos opacos. Por ello, se llegó a solicitar la realización de tests de idoneidad antes de permitir que un cliente suscribiese un producto de este tipo.

En la esquina inferior izquierda puede observarse la huella con la que firmó la suscriptora.

Varios suscriptores de participaciones preferentes de Caixanova explicaron a EL PAÍS que nunca llegaron a realizar los citados tests. Algunos incluso indican que tienen copias de los contratos donde suscribían las preferentes que no aparecen firmadas. La falta de precauciones que se tomaron para comercializar este producto parece indicar que hubo una considerable presión hacia los empleados para colocar este producto a todos los clientes que fuese posible. La escasez de garantías hacia los clientes es uno de los aspectos en los que inciden las asociaciones de consumidores y la propia Fiscalía del Tribunal Superior, que prepara una demanda contra Novagalicia Banco por los procedimientos de venta de este tipo de productos.

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