21 ago 2012

El Economista | Gayoso, el símbolo para el NYT del "choque" de trenes de la banca española

Durante el tiempo que Julio Fernández Gayoso, ex presidente de Caixanova y posteriormente co-presidente de Novacaixagalicia dirigió la que se convirtió en una de las mayores caja de ahorros del noroeste de España, la institución ayudó a transformar la ciudad de Vigo. Fue un gran golpe, cuando a finales de junio, presentó su dimisión irrevocable tras ser admitida la querella contra él y otros cuatro exdirectivos de la entidad.

De esta forma empieza The New York Times su particular retrato del directivo español que ha dedicado más de 60 años de su vida a la entidad financiera. 

Cualquiera que sea el resultado de esa demanda, "el señor Gayoso se ha convertido en un símbolo del choque entre la tradición consagrada de la caja como una institución comunitaria señorial y la moderna economía bancaria basada en el euro que España ha tratado de crear". 

Este choque de culturas empresariales, prosigue el NYT se vio, aunque de diferente modo, en las 45 cajas que operaban en España hasta principios de 2010, más de un año después del estallido de la burbuja inmobiliaria. 

"En conjunto, estos enfrentamientos, ayudaron a llevar a la industria bancaria del país al borde del colapso", lo que provocó que los ministros de finanzas europeos acordaran en junio la elaboración de un plan de rescate de hasta 100.000 millones para el sector financiero. 

En los años previos al colapso inmobiliario, "el Sr. Gayoso y su caja, Caixanova, financiaron el primer campus universitario de Vigo. Además, construyeron o adquirieron algunos de los más grandes edificios a lo largo de la calle principal de la ciudad. Y a través de Caixanova, Gayoso se convirtió en un mecenas de las artes", recuerda el periódico. 

Además, recuerda que pocos días después de dimitir, Gayoso aseguró en una comparecencia no haber tomado "ninguna decisión en Novacaixagalicia porque no podía. No quiero rehuir mi responsabilidad, pero quiero situar el tema". El también expresidente de Caixanova hizo un repaso de la buena salud de la caja que dirigía y, ante las preguntas sobre participaciones preferentes o jubilaciones, se limitó a responder que están en manos de los jueces. 

A medida que las cajas de ahorro acumulaban poder en Galicia, la tendencia "cambió hacia un control no de los políticos, sino por unos pocos banqueros que se convirtieron en tan poderosos que incluso los políticos tuvieron miedo de ellos" señala, por su parte, Santiago Lago-Peñas, profesor de economía en la Universidad de Vigo, al New York Times. 

Por último, el reportaje también alude a la problemática de las participaciones preferentes -una fotografía de una protesta de los afectados es la ilustración principal- y también al plan del actual presidente del banco, José María Castellano.


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