26 ago 2013

NCG, FIN DEL VIAJE A NINGUNA PARTE

En ninguna otra venta de una empresa gallega, hasta la fecha, la economía de este rincón peninsular se había jugado tanto. Ni con Fenosa, ni con R, ni con el Banco Pastor, ni con Fadesa, ni con Leche Celta, ni con Pizza Móvil, ni con la ahora recuperada San Luis... NCG (la caja, le siguen llamando) cumple dos años el 14 de septiembre, con su futuro, ahora sí, diáfano. Aunque esto no es necesariamente bueno: busca nuevo dueño. Cuando arranque su tercer año cambiará de manos.

Y tras perder activos por el camino, como Evo, filial creada de la nada hace 18 meses, pequeña pero molesta para los grandes al robarles unos cuantos clientes. También se vende. La operación NCG es el fin del viaje a ninguna parte en que se embarcó el FROB (el dueño, que es el Estado) al decidir que el banco tenía fecha de caducidad: optó por una venta apresurada en otoño, sin esperar a que escampe, aunque se lo permitía Bruselas. 

Argumentos tendrá, pero ese de «evitar su deterioro» se digiere mal. Lo de NCG no debe pasar de puntillas. No es solo una marca. Es preservar, o no, un pequeño, un mínimo, peso en un España financiera madrileñizada y cuasimonopolizada, al gusto de unos pocos.
Rubén Santamaria
Publicado en : La Voz de Galicia

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